Hemos podido apreciar que lo esencial es evitar estar afectado por un ictus, y hasta aquí me encuentro en el numeroso grupo de los que están convencidos que el ictus se puede evitar en un elevado número de personas, y en el peor de los casos mitigar los daños de una forma nada despreciable. Y así también poder preparar las condiciones para tener la mejor recuperación después del ictus.

Dieta saludable para evitar el ictus
Así las cosas encontramos que existen consensos que identifican, como es el caso de la Sociedad Española de Neurología, algunos hábitos relacionados con prácticas que contribuyen a evitar el padecer de un ictus.
Entre estas recomendaciones, las más de ellas ya mencionadas en artículos precedentes, encontramos, a modo de recordatorio:
- Mantener una dieta sana (podéis consultar multitud de dietas en la web de Actitud Saludable)
- Mantener la práctica de ejercicios físicos de forma sistemática
- No fumar
- Limitar el consumo de alcohol a cifras que deben mantenerse por debajo de los 60 gramos/ día; aconsejándose el consumo ligero entre 12 y 24 gramos/ día) que aporta una disminución sustantiva de la probabilidad de padecer un ictus comparativamente con las personas que no lo hagan.
- Mantener control de la presión arterial de forma sistemática

Practica sistematica de ejercicios fisicos contribuyen a evitar el ictus
Podéis ver multitud de dietas en la web de ActitudSaludable.net
Impacto socio-económico del ictus como problema de salud
El ictus se ha convertido en uno de los problemas de salud que con mayor frecuencia afectan a la población. A su vez genera una amplia gama de secuelas de incapacidad. De hecho es la primera causa de discapacidad en el adulto, tanto desde el punto de vista físico como intelectual y de dependencia de personas enmarcadas en las edades correspondientes al adulto mayor, es decir, en personas de más de 65 años.
Sin embargo el registro de casos de ictus se ve enriquecido con personas clasificadas como adultos jóvenes.
Como podemos explicar el incremento notable de personas afectadas por ictus que se presenta entre los adultos jóvenes
Esto se puede comprender si tenemos en cuenta que los hábitos de vida erróneos, alejados de los patrones de conducta que podemos conceptualizar como vida sana justifican alrededor del 20 por ciento de estos cuadros clínicos compatibles con ictus que afectan a personas menores de los 45 años.
Así tenemos que se considera que en el orden de unos 300.000 españoles, y de forma predominante las mujeres, muestran limitación en su capacidad funcional después de haber sufrido un ictus. En paralelo alrededor del 10 por ciento del gasto en salud se justifica por personas que han sufrido un ictus.
Como se comporta las posibilidades de recuperación después del ictus…
Si bien el 15 % de los ictus está causado por las hemorragias cerebrales estos pacientes aportan el 45 % de las muertes con una baja tasa de recuperación. Al respecto se conoce que tan solo un 10 % logrará mantener la autonomía al término de un mes, en tanto un 20 % lo logrará a los seis meses de evolución.
Alternativas de conductas y tratamientos para pacientes con ictus
El tratamiento debe establecerse teniendo en cuenta la causa. Obviamente los esquemas de tratamiento varían partiendo de la consideración de que el ictus lo ocasiona el bloqueo de una arteria o se debe a la ruptura de un vaso.
De cualquier manera existen algunas medidas comunes que se deben adoptar en función de lograr la supervivencia de las personas afectadas por ictus. Entre estas se encuentran:
- Lograr el diagnóstico rápido y eficiente
- Identificar lo más rápido posible la presencia de los síntomas y manifestaciones del ictus
- Definir si se trata de un evento a repetición o si ocurre por primera vez
- Movilizar los servicios de emergencia en particular la transportación
- Avisar de inmediato al servicio hospitalario
- Procurar que el hospital cuente con una unidad de ictus donde le brinden atención al paciente
- Iniciar la atención del paciente en el mismo momento que sea posible, no perder un minuto incluyendo el tiempo que se invierta en la transportación de la persona hasta el centro hospitalario
- Vigilar en particular que se garantice la adecuada oxigenación, así como controlar la presión arterial, los niveles de glucosa en sangre, temperatura corporal o cualquier otra manifestación.
¿Qué hacer para lograr la rehabilitación de la persona afectada por ictus?
El llamado tratamiento rehabilitador es aquel que se establece después del cuadro agudo del ictus y estará en dependencia de las consecuencias de este, es decir, de las discapacidades que tenga el paciente. Y esta tiene dos niveles de expresión: física y mental.
Resulta obvio que después de sufrir un ictus la vida de la persona no podrá desenvolverse de la misma manera que se desarrollaba antes de sufrir el ictus y se corresponderá el nivel de actividad física o intelectual que pueda desarrollar en correspondencia con el grado de afectación y de discapacidad que ha dejado como secuela la afectación del ictus.
De cualquier manera la única alternativa posible es convivir y adaptarse de la mejor forma posible en concordancia con la nueva situación. Es así como para muchas personas que han sufrido un ictus la rehabilitación física se convierte en el aspecto esencial que determinara el futuro del paciente y es la piedra angular del proceso de recuperación.
¿Cualquier persona puede brindar tratamientos de rehabilitación?
Obviamente que solo el personal altamente calificado puede satisfacer las exigencias actuales que permitirán la mejor recuperación y rehabilitación del paciente que ha sufrido un ictus. Al punto que se ha convertido en una especialidad médica, con su cuerpo doctrinal, con el correspondiente esquema de formación académica en el que día a día se incorporan nuevos métodos y procedimientos que apuntan todos ellos a lograr la mejor recuperación del paciente.

Ejercicios para recuperarse del ictus
Esto hace que la rehabilitación sea un proceso que está cada día más especializado respondiendo a un esquema de trabajo coordinado, intensivo y en equipo, de forma multidisciplinaria.
La rehabilitación se debe comenzar de inmediato, es decir, lo antes posible, y se debe mantener como mínimo en los primeros 6 meses después de haber padecido de un evento tipo ictus.
¿Qué tipo de actividad se debe implementar como terapia para rehabilitar el paciente de ictus?
Sin lugar a dudas una de las aristas más negativa del ictus son las referidas secuelas que puede dejar, bien sean de naturaleza física como psíquica. Alrededor de la tercera parte de las personas afectadas por ictus presentan algún nivel de discapacidad permanente. De ahí que resulte imprescindible definirlas y precisarlas con el propósito de poder establecer un plan de acción que conduzca a su tratamiento y superación.
El tipo de terapia que se debe seguir con un paciente de ictus estar en dependencia de la fase en que se encuentra y del propósito que se persigue. De cualquier forma se pueden establecer las siguientes categorías:
- Control del dolor que se origina por una alteración en el área específica del cerebro, que se expresa por una miscelánea de diferentes sensaciones, las más de ellas de carácter desagradable, como son la picazón o picor, sensaciones de ardor y hormigueo fundamentalmente en el área de la cara y extremidades que empeoran al moverse y cuando disminuyen la temperatura ambiental circundante
- Tratamiento para recuperar la estabilidad emocional fundamentalmente contra la depresión
- Procedimiento contra la espasticidad
- Atención a los cambios en la sensibilidad, fundamentalmente dados por variaciones en percepciones, como son el tacto, el dolor, la temperatura, y el estado de las extremidades
- Cambios neuropsicológicos, caracterizados por dificultades con la memoria, posibilidad de mantenerse concentrado, afectación en la capacidad de razonamiento y perdida de la posibilidad del reconocimiento del cuerpo de la propia persona
- Terapia física para superar las deficiencias en la función motora, que contempla el mantenerse en posición bípeda, recobrar el equilibrio y la coordinación de los movimientos, re- aprender a caminar, evitar las caídas
- Terapia Ocupacional: instruir en como recuperar la movilidad y en particular recuperar el normal desarrollo de las actividades cotidianas
- Recuperación del habla con el apoyo de logopedas en función de lograr reaprender el lenguaje así como las herramientas que le permitan comunicarse; así como resolver las dificultades en la vocalización de palabras, la denominada disartria.
- Alteraciones en la deglución que se expresa por presentar dificultades para la ingestión de solidos e incluso líquidos
- Facilitar la reintegración en el medio social
- Estimular la autonomía obviando la dependencia
- Modificaciones en la visión, con ostensible mengua del campo visual
Después del ictus se puede recuperar de las secuelas, todo depende de cumplimentar a tiempo las medidas antes descritas, mantener la esperanza y la disciplina y al final se recogerán los frutos con la rehabilitación.