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Información sobre el ictus

Conoce el diagnóstico y síntomas del ictus

febrero 6, 2016 By Pepe

Hemos conocido en artículos precedentes que los ictus se caracterizan por ser de inicio inesperado y con un desarrollo vertiginoso que ultrapasa el criterio de rápido, dejando como consecuencia una lesión cerebral,  denominándose a esta forma como ictus establecido.

Las  formas de evolución lenta, que se identifican por expresar las manifestaciones o síntomas de forma paulatina, de forma tal que el ictus se va agravando en función del decursar del tiempo. En ocasiones el progreso evolutivo transcurre en horas, en tanto, aun menos frecuente, se consolida en días, en razón directa del proceso de necrosis del área del cerebro que se afecta que es lo que se reconoce como un ictus en evolución.

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Importancia médica y social del ictus

El ictus está considerado entre las primeras causas de muerte y enfermedad (morbilidad)  a nivel mundial. En España se estima que ocupa el segundo lugar entre las causas de muerte que con mayor frecuencia aparecen en el cuadro de salud del país ibérico, según reporta la Sociedad Española de Neurología (SEN) a través del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV).

Anualmente en España se reportan en el orden de unas 120.000 muertes por ictus, lo que representa aproximadamente una muerte cada 15 minutos.

Desde otro ángulo, los ictus representan alrededor del setenta por ciento de las personas que ingresan en los servicios de Neurología españoles, con un incremento del cuarenta por ciento tan solo contando los últimos 15 años. Se vislumbra que esta cantidad se incremente en la misma medida que la media de edad de la población española aumente teniendo en cuenta el envejecimiento poblacional.

Síntomas que con mayor frecuencia aparecen en las personas afectadas  por ictus

Teniendo en cuenta el área del cerebro afectada se evidencian diversos síntomas diferentes. Entre estos se encuentran:

  • Adormecimiento repentino en cara, brazos o en las piernas, con preferencia para uno de los lados del cuerpo
  • Dificultad para hablar
  • Dificultad para entender
  • Confusión súbita
  • Dificultad para caminar
  • Mareo
  • Desequilibrio
  • Perdida de la coordinación
  • Problemas inesperados para la visión en uno o en los dos ojos
  • Dolor de cabeza imprevisto sin causa aparente

Se describe que si la afectación del ictus ocurre en la región izquierda del cerebro se afectará la parte derecha del cuerpo así como la hemicara izquierda acompañándose  de alguno de las manifestaciones siguientes:

  • Dificultades para hablar
  • Parálisis (hemiplejia) o del lado derecho del cuerpo
  • Pérdida de memoria
  • Respuestas enlentecidas

Por otro lado si la parte afectada por el ictus se corresponde con la región derecha del cerebro, la parte izquierda del cuerpo será la que presentará alteraciones evidenciadas por:

  • Parálisis (hemiplejia) del lado izquierdo del cuerpo
  • Dificultades para ver
  • Conducta inquieta
  • Afectación de la memoria

¿Cómo se puede identificar si estamos en presencia de un ictus?

Existen diversas herramientas para identificar si la persona se encuentra afectada por ictus. Entre ellas se encuentra la llamada escala Cincinnati, consistente en evaluar tres evidencias:

  1. Asimetría facial: Para evaluar si estamos en presencia de un ictus se solicita a la persona que se sonreía con el propósito de comprobar si existe simetría entre las dos partes de la cara. Si se presenta alguna diferencia debe ser sometida a un examen neurológico exhaustivo.
  2. Fuerza en las extremidades superiores (brazos): Se le solicita a la persona que extienda los brazos durante unos diez segundos. Se considera necesario atender a la persona si no puede mantenerlo o si existen evidencias de pérdida de movilidad.
  3. Lenguaje: Al constatarse dificultad para hablar, pronunciar algunas palabras o manifestaciones de tartamudeo debe profundizarse en el examen neurológico.

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Otros acercamientos al tema nos conducen a valorar las denominadas señales de alarma de ictus. Entre estas se encuentran, aparte de las mencionadas con anterioridad contempladas en el esquema Cincinnati, las siguientes:

  • Cefalea (dolor de cabeza) que se instaura de forma repentina, de gran intensidad y sin que exista una causa aparente.
  • Alteraciones en la visión que puede aparecer de forma total o parcial en uno o ambos ojos.
  • Modificaciones en la sensibilidad, presentando sensación de “hormigueo” que puede aparecer en la cara, brazos que se puede o no acompañar de la presencia de estas sensaciones en las extremidades inferiores de forma totalmente inesperada.
  • Impresión de que la persona tiene un intenso vértigo.
  • Sensación de inestabilidad que se acompaña de pérdida del equilibrio que determina la presencia de caídas bruscas sin explicación plausible.

Confirmación del diagnóstico de ictus

La exploración física, desde el punto de vista médico, así como un adecuado interrogatorio que permita seguir el decursar de los hechos que conducen a la sospecha de ictus son la piedra angular de un adecuado y oportuno diagnóstico. Aquí me permito recordar que el ictus es de las enfermedades que confirman que cuanto antes se haga el diagnóstico mayor será la posibilidad de recuperación del paciente afectado.

Obviamente el uso pertinente de las técnicas de diagnóstico complementario, es decir el uso de las pruebas de imagenologia, como pudiera ser la tomografía axial computadorizada (TAC) y la resonancia magnética nuclear (RMN) se convierten en herramientas esenciales para ratificar el diagnóstico, pero más aún para precisar el área del cerebro que se encuentra afectada por el ictus, y por lo tanto, generando un marco disfuncional.

En este escenario vale la pena puntualizar que estas técnicas acarrean la enorme desventaja de que  tan sólo revelan el ictus al término de varios dias de haberse establecido el daño al tejido cerebral.

Sin embargo su aplicación permite hacer el diagnóstico diferencial entre las cusas que generan un ictus, es decir, si es causado por un tumor cerebral o una hemorragia.

Por supuesto el diagnostico estará en dependencia de las causas que generan el ictus…

Podemos encontrar diversas etiologías que explican el que ocurra el ictus, pero más aún es que de acuerdo a la definición de las causas será determinada la conducta médica a seguir en el tratamiento y en la recuperación.

Así tenemos que los denominados ictus isquémicos se agrupan de la forma siguiente:

  • Aterotrombótico: este tipo de ictus se corresponde a la existencia de un obstáculo para la libre circulación de la sangre que esta ocasionada por las transformaciones que sufren las paredes de las arterias cerebrales.
  • Embólico: Se presenta cuando existe el traslado de un émbolo desde una zona fuera del cerebro hasta llegar a una arteria del cerebro.
  • Hemodinámico: después de un cuadro de falta de oxígeno, es decir, hipoxia, en alguna área del cerebro, generando infartos en las zonas menos irrigadas de la sangre que llega al cerebro produciendo áreas de necrosis.
  • Lacunar: Este tipo de ictus es debido a la obstrucción de arterias que llegan al cerebro.

A tal punto que se describe que si aparece un cuadro de embolismo y existe la presencia de un coágulo es altamente probable que acontezca otro ictus. Obviamente esto no debe suceder si se toman las medidas pertinentes para mitigar el daño o eliminar las causas que generan el ictus, de ahí la importancia esencial de brindar una rápida y eficiente atención frente a la sospecha de un ictus en evolución o ya establecido.

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Partiendo de la consideración, ya señalada con anterioridad, de que la llave del éxito en el tratamiento y ulterior recuperación del paciente que ha sufrido ictus radica en la oportuna, rápida y adecuada atención con vistas a establecer el diagnostico de qué tipo de accidente vasculoencefálico se trata enfatizando en precisar el nivel de daño cerebrovascular en aras de brindar el apropiado tratamiento en el menor tiempo después de haberse detectado el ictus.

Frente a la sospecha de que estamos en presencia de un ictus, bien sea debido a que la persona o alguien que se encuentre en los alrededores percibe estas manifestaciones de ictus, debe trasladarse cuanto antes a un servicio de atención médica especializada, fundamentalmente neurológica y que tenga unidades de ictus.

De ahí que se define que resulta clave la atención que se brinde en las 3 primeras horas a partir de que aparecen los síntomas de ictus.

Si el accionar responde a estas premisas de seguro que se podrá disminuir las secuelas y los tiempos de recuperación se acortarán, modificando sin lugar a dudas el cuadro de mortalidad causada por ictus.

Archivada en: Blog Etiquetada con: accidente cerebrovascular, accidente vasculoencefálico, asimetría facial, aterotrombótico, embólico, hemodinámico, Ictus, lacunar, trastornos del habla

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