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Información sobre el ictus

Ictus, embolia, apoplejía, trombosis… ¿es lo mismo?

enero 4, 2016 By Rosa Marquez

El vocablo ictus procede del latín y al igual que el término en inglés,  “stroke”, significa golpe o ataque, y representan el carácter violento y súbito de un proceso que ocurre con mayor frecuencia en adultos.

 

También se identifica con los términos infarto cerebral, embolia, trombosis, apoplejía, accidente vásculo-encefálico, derrame cerebral, enfermedades cerebrovasculares. Esto genera, en lo que respecta al concepto,  gran confusión haciendo ambigua y compleja la clasificación de los diferentes tipos de ictus.

Concepto de ictus.

 

Se considera dentro del vasto término de ictus a cualquier perturbación brusca de la circulación cerebral, lo que determina que se afecte las funciones del cerebro o de una zona de este.

 

Y es lógico que así sea pues  si bien es cierto que el cerebro humano tan sólo es el 2% del peso corporal, reclama en el orden del 20% de la sangre que circula para satisfacer las necesidades al consumir mucha energía y no disponer de reservas energéticas suficientes, como ocurre con el musculo, hígado e incluso el corazón.

 

En estas condiciones el cerebro exige un aporte permanente tanto de oxígeno como de nutrientes, resultando extraordinariamente  sensible frente a la ausencia o disminución del flujo de sangre cerebral, y de esta forma satisfacer las demandas y exigencias del tejido nerviosos que conforma el cerebro.

 

Esto explica la  gran cantidad de vasos sanguíneos que garantiza de forma permanente la cantidad de sangre necesaria para garantizar la adecuada cantidad de oxígeno y nutrientes que necesita el cerebro.

 

De ahí que cuando los vasos sanguíneos que llegan al cerebro sufren algún tipo de lesión, sea por una u otra causa, limitando la cantidad de sangre que llega al cerebro determinan una sensible afectación de la función de la zona del cerebro involucrada. Si el riego sanguíneo disminuye en un plazo de tiempo prolongado por encima de unos segundos, las células de esa área del cerebro se destruyen ocasionando una lesión de carácter permanente e irreversible de esa área del cerebro comprometida.

 

Esto se puede presentar en personas de cualquier edad aunque son más frecuentes en adultos mayores en los que se presentan como consecuencia de la concurrencia de circunstancias de carácter personal, ambientales, sociales, nutricionales, antecedentes de padecer determinadas enfermedades, hábitos de consumo de productos tóxicos,  y todas ellas son los que llamamos factores de riesgo, tema que por su importancia abordaremos de forma específica en otro artículo.

ICTUS

ICTUS

Clasificación de los ictus

 

El ictus se clasifica según el tipo de lesión que aparece en el vaso sanguíneo, por lo tanto, puede generarse por una disminución significativa de la cantidad de sangre o  flujo sanguíneo que recibe el cerebro así como por la hemorragia que se origina por la rotura de un vaso del cerebro.

 

Si nos referimos a que exista una sensible disminución de la cantidad de sangre que llega al cerebro por oclusión o taponamiento de un vaso por un coágulo de sangre, conocido también como trombo, nos estamos refiriendo a los denominados  ictus isquémicos por isquemia cerebral. Estos son los que se conocen también como trombosis, embolia, apoplejía, y resultan más frecuentes llegando a presentarse hasta en el 85% de los casos, expresándose en la mayoría de las personas afectadas en la forma de infarto cerebral.

 

Esta modalidad  resulta irreversible en la mayoría de los pacientes conllevando la muerte de las células del tejido nervioso que se localizan en el cerebro como consecuencia del déficit de oxigeno acarreado por la falta de irrigación sanguínea lo que conlleva, de conjunto con la falta del aporte de oxígeno, el déficit de  nutrientes que son vehiculizados o transportados a través de la sangre.

 

Si esta situación persiste durante el tiempo suficiente, el tejido cerebral muere y ocurre el infarto cerebral. Esta oclusión puede ser ocasionada por:

 

  1. a) Una trombosis: esta ocurre cuando el material que obstruyen el vaso se origina en él propio vaso; y se le reconoce como ictus trombótico o aterotrombótico.

 

  1. b) Una embolia: que es el caso en que el material que ocasiona la obstrucción se produce a distancia, es decir, en un lugar lejano, y es mediante la sangre que llega al vaso obstruyendo o taponando la luz del vaso. Estos son los llamados ictus embólicos.

 

  1. c) El ictus hemodinámico es, en el contexto de los ictus isquémicos el menos frecuente. En este caso el déficit de flujo de sangre es ocasionado por el descenso de la presión sanguínea; esto puede ocurrir, por ejemplo, si se produce un paro cardíaco o una arritmia severa, pero a su vez puede ser debido a una crisis de hipotensión arterial grave y sostenida.

 

Si aparece una hemorragia, nos referimos al ictus hemorrágico, también denominado hematoma cerebral o derrame cerebral; que es la resultante  de la rotura del vaso en el cerebro, llamándola en ese caso  hemorragia intracerebral  o en las envolturas, que es la reconocida como hemorragia subaracnoidea que se encuentra localizada entre la superficie del tejido cerebral y la cara interna del cráneo. La causa más frecuente está relacionada con la rotura de un aneurisma arterial vinculado con el debilitamiento de una parte irregularmente delgada de la pared de una arteria.

 

Este tipo de ictus es mucho menos frecuente y se caracteriza porque la sangre no se libera al exterior, al encontrarse el cerebro limitado, más aun, encerrado en los huesos que conforman la bóveda craneana. Este ocurre habitualmente cuando una arteria cerebral se rompe, liberando  la sangre  en el tejido cerebral adyacente, sobre el que ejerce presión, ocasionando lesiones de este. La gravedad de este tipo de ictus consiste no tan sólo en el daño local sino en el incremento de la presión dentro del cráneo, lo que afecta a todo el encéfalo con el correspondiente peligro para la vida de la persona.

 

Este tipo de ictus presenta una mortalidad considerablemente mayor; y de forma contrastante se encuentra que aquellas personas sobrevivientes  a este tipo de ictus hemorrágico presentan habitualmente  secuelas menos graves.

 

¿Siempre que parece disminución de la cantidad de sangre que llega al cerebro se produce un ictus?

 

En el cerebro existen múltiples y variados  mecanismos de seguridad para garantizar que el flujo de sangre no se afecte. Uno de estos mecanismo estriba en contar con gran cantidad de pequeñas conexiones entre las diferentes arterias del cerebro que de existir una disminución del riego sanguíneo  de forma progresiva, las pequeñas conexiones incrementan su tamaño y garantizan el suministro de sangre, y por lo tanto de oxígeno y nutrientes al área obstruida, generándose la llamada  circulación colateral.

 

Al existir una circulación colateral eficiente y suficiente la arteria bloqueada no causa trastornos neurológicos. Si a su vez las arterias tienen dimensiones que permiten que el 75 % de los vasos sanguíneos se pueden obstruir y aun así, existirá el flujo sanguíneo necesario hacia el área de cerebro comprometida, impidiendo que se generen afectaciones y secuelas de carácter neurológico.

 

¿Cómo se distribuyen los ictus de acuerdo a sus causas?

 

En el orden del 75 % de los ictus son de causa isquémica, en tanto el 25% se clasifican como hemorrágicos.

Dentro de esto la hemorragia intracerebral es el ictus hemorrágico más frecuente.

Clasificación de los ictus hemorrágicos
1. Hemorragia intracerebral
  • a) Primaria
    i. Hemorragia
    ii. Microhemorragia
  • b) Secundaria
    i. Tumores
    ii. Malformaciones vasculares
    iii. Aneurismas
    iv. Enfermedades  Coagulopatías
    v. Antitrombóticos
    vi. Fibrinolíticos
    vii. Simpaticomiméticos
    viii. Infecciones
    ix. Vasculitis
    x. Postraumática retardada
    xi. Trombosis venas o senos
2. Hemorragia subaracnoidea
  • a. aneurismática
    b. no aneurismática
3. Hematoma subdural
4. Hematoma epidural

Después del ictus…

 

A la persona que sobrevive a un ictus se le modifica la calidad de vida en más de un aspecto. Entre otros sobrevienen las discapacidades físicas, con severos trastornos de la esfera emocional, fundamentalmente relacionados  con síndromes depresivos presentes en casi el 33 %. Esto trae aparejado que se puede ver afectada tanto la recuperación funcional, la esfera cognitiva así como la supervivencia. El ictus es considerado como la segunda causa de demencia, antecedido tan sólo por la enfermedad de Alzheimer.

 

Y lo más interesante es que en alto número de casos de ictus se pueden prevenir y evitar, tan solo contemplando las medidas a considerar teniendo en cuenta los denominados factores de riesgo. Estos los veremos en próximos artículos…

Archivado en: Blog Etiquetado como: cerebro, embolia, hemorragia intracerebral, Ictus, ictus aterotrombótico., ictus embólicos, ictus hemodinámico, ictus hemorrágico, ictus trombótico, trombosis

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